Lengua de Ciervo

También se conoce como escolopendra. Es un tipo de helecho que crece en lugares húmedos y umbríos sobre rocas, en paredes, bosques y arroyos. Desde mayo hasta octubre se pueden recolectar sus frondes (hojas) para usar frescos o secos.  En forma de infusión va bien contra muchas enfermedades: diarreas, trastornos de intestino, bazo, hígado y bronquitis.

Hace la infusión con una cucharada de hojas picadas y un vaso de agua. Tomar tres veces al día.

Tusilago

Es una planta robusta y vivaz que se puede encontrar a lo largo de los bordes de los caminos, terrenos baldíos, campos abandonados, acantilados, muros, bancos, piedras, dunas… Se usan preferentemente las hojas secas o bien frescas que se pueden recolectar entre mayo y julio. También se puede utilizar las cabezas florales secas antes de que se abran del todo, las puedes recolectar entre marzo y abril.

Tomar infusiones tres veces al día va bien contra la tos, bronquitis, traqueítis, desorden estomacal o abdominal.  Las hojas machacadas se pueden utilizar para la sanación de heridas de lenta curación y raspaduras. Las hojas y flores jóvenes así como las yemas se pueden cocinarse como las espinacas, hacer sopas y añadir a las ensaladas.

El trébol

Existen dos variedades muy conocidas: el trébol de prado con sus flores rosas purpúreas  o blanquecinas y el trébol  blanco con sus flores blancas, rosáceas o raramente purpúreas. Los podemos encontrar en cualquier lugar donde crezca la hierba. 

Recolectamos sus flores y hojas jóvenes entre los meses de mayo y septiembre. Con las flores secas podemos realizar infusiones que son excelentes sustitutos del té.  Con las hojas, recogidas antes de que la planta florezca, podemos comerlas como ensaladas o verduras. Dado que son plantas salvajes deben tomarse moderadamente.

El perejil

Planta muy conocida por el uso que de ella se hace en la cocina y sin embargo pocos saben que también posee aplicaciones medicinales. Si bien florece entre junio y agosto se puede recolectar durante todo el año. Las partes empleadas son las raíces, las hojas y el fruto, pero se puede usar toda la planta. 

Las infusiones de esta planta (1-2 cucharaditas de café por taza de agua, 3 veces al día) va bien para limpiar los riñones, hidropesía, gases y dolores menstruales.

La manzanilla

 Planta muy común que podemos encontrar por toda Europa en terrenos cultivados o baldíos y a lo largo de las esquinas de senderos y caminos. También es una planta cultivada con fines medicinales. Se recogen las cabezas florales entre mayo y agosto en días secos y dejar secar a la sombra. 

Una infusión ligera de dos cucharaditas por taza de agua después de las comidas va bien contra gases, ulceras pépticas,  y trastornos intestinales. Una infusión un poco mas fuerte, tres cucharaditas por taza de agua, y haciendo gárgaras combate el dolor de garganta, como lavado bucal contra la inflamación de las encías. Se pueden hacer vahos con media taza de flores por litro de agua contra el catarro y congestión nasal. En forma de baño de vapor va bien contra las almorranas inflamadas. Como compresas calientes calma heridas, rozaduras y va bien contra el eczema.

La manzanilla romana es una variante menos eficaz pero igualmente válida. Se recoge entre junio y julio. Se puede emplear una infusión fuerte de cuatro cucharaditas por taza de agua para aclarar el color del cabello y realzar sus brillos dorados.

En la misma fecha también podemos recoger la chamomilla suaveolens. Con esta se hace una infusión suave que va bien contra las lombrices intestinales y  como sedante.

Otra variante que hay que considerar es la migranela (matricaria o amagarza) que se puede recoger entre junio y agosto. Propia de los Balcanes se ha extendido por el resto de Europa. Tradicionalmente se ha utilizado para aliviar la fiebre, dolores de oído y menstruales. Esta manzanilla, poco corriente, es el remedio específico de las jaquecas y ataques de migraña. Sus extremidades floridas contienen partenólido, el cual bloquea la liberación de serotonina, previniendo de manera eficaz las crisis migrañosas. Un tratamiento de tres meses previene la aparición de las migrañas, reduciendo tanto la frecuencia como la intensidad de las mismas. También es buena una infusión suave como digestivo y como vermífugo.